Vitoria, 22 jul (EFE).- La marcha de Tiago Splitter a los San Antonio Spurs de la NBA confirma la fama del Baskonia español como equipo vivero para las franquicias americanas porque el viaje del pívot brasileño al otro lado del Atlántico supone la sexta salida de un jugador del equipo vitoriano a la mejor liga del mundo desde el año 2004.
El caso de Splitter es un capítulo más a las sucesivas despedidas que ha tenido que asumir la entidad de Josean Querejeta en la última media docena de años en las figuras de Andrés Nocioni, José Manuel Calderón, Arvydas Macijauskas, Luis Scola y Goran Dragic.
Además, los San Antonio Spurs demuestran tener al Baskonia como su fuente de abastecimiento porque la franquicia americana siempre echa el ojo a Vitoria al hacerse con los derechos de Splitter, Scola o Goran Dragic, que han terminado jugando con los tejanos o bien han traspasado los derechos a otros conjuntos.
Otro ex jugador baskonista como Fabricio Oberto también recaló en el equipo de San Antonio tras despuntar en Vitoria y fue reclutado por la NBA.
En el verano de 2004 Andrés Nocioni fue el primero en inaugurar este capítulo de fugas con destino a los Chicago Bulls. José Manuel Calderón, un año más tarde, hizo también las maletas a los Toronto Raptors para comandar el juego del equipo canadiense.
Ese mismo verano, el lituano Arvydas Macijauskas, después de dos temporadas en Vitoria, cruzó el Atlántico para demostrar sus cualidades de gran tirador seducido por la oferta de los Hornets.
Ése fue el inicio del declive de su carrera porque regresó a Europa hace dos campañas al Olympiacos griego, pero las lesiones le han impedido volver rendir a un buen nivel. Hace escasas fechas anunció su retirada del baloncesto profesional y el inicio de su etapa como técnico en un modesto equipo de Lituania.
Hace tres veranos el Baskonia debió asumir la marcha de su jugador más emblemático y que, junto a Splitter, ha sido el que ha dejado más huella. Luis Scola afrontó su salida a la NBA a los 27 años, y después de varios culebrones veraniegos hizo realidad su sueño para superar todas las trabas y debutar con los Houston Rockets.
El argentino ha despejado todas las dudas sobre su juego y adaptación a la NBA y acaba de firmar el contrato de su vida, renovando con los Rockets por la astronómica cifra de 47 millones de dólares para las próximas cinco temporadas.
El base Goran Dragic es el capítulo más singular de este trasvase porque el joven esloveno no llegó a debutar en el Baskonia y, tras completar dos campañas como cedido en Murcia y Union Olimpija de Liubliana, hace dos veranos tampoco pudo renunciar a la insistencia de los Phoenix Suns en contar con sus servicios tras haber sido elegido por los Spurs con el número 45 en segunda ronda.
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