*Gracias a nuestro
corresponsal internacional Eduardo " Ed" Tonella por compartirnos
esta nota de la prensa española.
ELPAIS.DEPORTES
ROBERT ÁLVAREZ 12 JUN 2013
- 21:20 CET
Otra vez finalista y
favorito un año después de haberse quitado el enorme peso de encima que suponía
no haber conquistado aún el anillo, LeBron James vuelve a sumirse, a sus 28
años, en una de sus cíclicas pesadillas. En la final ante los Spurs se ha
estancado de manera alarmante su producción ofensiva. Eso proyecta una
influencia decisiva en los resultados que han situado a los Heat en una
delicada situación, con un 2-1 en contra, tras haber recibido la tercera paliza
más grande en la historia de las finales, 113-77, y ante la dura perspectiva de
afrontar los dos siguientes partidos de nuevo en el ATT Center de San Antonio.
LeBron James
The King, no ha conseguido superar los 18 puntos en ninguno de los tres
encuentros de esta final ante los Spurs, en contraste con los 27 que promedió durante la temporada regular. En el tercer duelo
se quedó en 15 puntos, con una serie de 7 canastas de 21 lanzamientos, es
decir, un pobre 33% de acierto. Lo más raro y revelador es que no acudió ni una
sola vez a la línea de tiros libres, algo que no le sucedía en unos playoffs
desde 2007 y en un partido de temporada regular desde 2009. Tampoco enlazaba
tres partidos con una puntuación tan baja desde la final de hace dos ante Dallas. Entonces perdieron los Heat
por 4-2 y LeBron cuajó en el cuarto partido una de las peores actuaciones de su
carrera con 8 puntos y una serie de 3 de 11 en el tiro.
“Estoy fallando tiros, me buscan en los pick and rolls y
me desafían a que tire. Y cada vez que entro en la pintura, ponen dos cuerpos
ante mí. Están haciendo un gran trabajo. Pero yo debería ser hábil para meter
mis tiros”, explica LeBron. Su defensor habitual es Kawhi Leonard, el jugador
de 21 años adquirido por los Spurs en la operación por la que traspasaron a
George Hill a Indiana en 2011. A menudo le ayuda Danny Green, que está a punto
de cumplir 26 años, y fue compañero de LeBron en los Cavaliers donde apenas
tuvo minutos en su primer año, lo mismo que le sucedió en 2011 con los Spurs. Green,
ahora titular, imponente en el tercer partido con 27 puntos y 7 de 9 en
triples, en el que se combinó con el también inspirado Gary Neal, autor 24
puntos y 6 de 10 en triples, relativiza la importancia de la defensa de los
Spurs. “No somos nosotros los que estamos frenando a LeBron”, asegura. “De
alguna manera es él mismo quien se frena. Y nosotros estamos teniendo suerte.
Obviamente le presionamos todo lo que podemos pero ya se ha visto durante todo
el año lo bien que ha estado y de lo que es capaz. Ahora no está haciendo eso,
no sé por qué y espero que no reaccione”.
Todo le rodaba de maravilla esta temporada a LeBron. Los Miami Heat fueron
de largo el mejor equipo en la temporada regular, con 66 victorias, con un
juego demoledor que les condujo a establecer la segunda mejor marca de triunfos consecutivos, 27,
en la historia de la NBA. Ya en los playoffs, barrieron a Milwaukee (4-0) y
sufrieron en algún partido pero fueron igualmente expeditivos ante Chicago
(4-1).
Los primeros síntomas serios de que su juego no era tan arrasador como se
presumía se produjeron en la final de Conferencia ante Indiana (4-3). Y
en la final ante los Spurs se ha acabado de confirmar que ni los Heat ni LeBron
están siendo capaces de rendir a su nivel habitual. El apagón se ha producido
en el momento más inoportuno, en la final y ante un rival duro, experimentado,
que suele rendir a un excelente nivel y que busca su quinto título desde 1999.
Excelente articulo, pero tengo mis dudas a dar por perdido el juego y estrategia de Miami y de Lebron; creo que ajustarán lo necesario para regresar; asi mismo no creo que la solución sea que Lebron anote, no falle, etc. sino que Dwyane Wade este al 100% si ellos llegaron a finales con Wade bien de salud y ahora juega muchos menos minutos, no ayuda a bajar la bola y lo tiene que hacer Lebron claro que su campo de acción disminuye; en síntesis no hay quien apoye a Lebron; solo ver quien baja la bola desde el saque de bola, saludos
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