Septiembre 11/2013
"Muchos
aquí se preguntan por qué este tipo nunca jugó en la NBA. Lo explicaré. En 1984
los New Jersey Nets me draftearon... en la sexta ronda, el nº144. Ok, esto fue antes
de los Juegos Olìmpicos de Los Angeles. Me dije, voy allí y les enseño lo que
se pierden. Entrenè una semana y jugué cinco partidos. Dos ante Barkley. Me
defendió y nunca me hizo una falta... Le
dije al entrenador, gracias por draftearme, anotaré un punto por cada minuto.
Él se quedó pensando, quién es este tipo. Y anoté un punto: 25 minutos, 25
puntos. Me ofrecieron un contrato garantizado y les dije: gracias pero si juego
aquí un partido no podré volver a jugar con mi equipo nacional. Esa era la
normativa por si la gente no lo sabía".
Óscar
Schmidt fue una de las grandes estrellas de la última Ceremonía del Hall of
Fame y en un discurso genial lleno de guiños y complicidades explicó por qué no
jugó en la NBA: lealtad a su selección.
¿Y
qué habría pasado si hubiese jugado en la NBA? Oscar no lo duda: "Habría sido uno de los 10
mejores jugadores de la historia". Lo dijo en la ceremonia previa y sin
temblar. "Habría anotado un punto por minuto. Con 40 minutos puede que 60
puntos. ¿Qué si lo digo en serio? Claro, ¿me viste jugar? (le dijo al
periodista). Al menos un punto por minuto. ¿Sabes cuántas horas entrené? Ocho
horas al día". Y lo dijo sin dudarlo.
El gran Óscar Schmidt tuvo de telonero a Larry Bird. "Es
muy fácil tener a Jordan o a Kobe de ídolos. Vuelan por ahí, por allà y hacen lo que les da la gana. Es muy fácil.
Mi ídolo ni saltaba ni corría pero le ganaba a los demás. Está aquí (Larry
Bird). Es el mejor de todos los tiempos en mi opinión", dijo.
Y ahí arrancó un discurso tan genial como emotivo de 17
minutos de duración.
"Quiero dar las gracias al Salón de la Fama por ponerme aquí, es el mayor honor que uno pueda recibir y no me lo creo aunque estoy aquí. Lo soñé toda mi vida y ahora estoy aquí. Tengo que dar las gracias a la FIBA, allí jugué. Si jugaba NBA , no jugaba con mi país, era la regla.
Esta regla terminó en 1992, cuando llegó el Dream Team y le ganó
a todo el mundo por 40 puntos con mi amigo Bird. Casi me llevé la cámara al
banquillo. Fue tremendo. Pero entonces ya tenía 35 años y era demasiado mayor
para ser un rookie. En 1987 les ganamos a los americanos aquí en Estados
Unidos. Perdón. Y allí logré mi mayor éxito en el baloncesto. Los
universitarios dominaban, ganaron los Juegos en 1984, el Mundial de 1986 y en
1987 les ganamos. La primera vez que perdían en casa y me siento muy orgulloso
de lo que hicimos".
El jugador prosiguió: "Quiero dar las gracias a mi
familia. A mis padres, que me insistieron en que jugara al baloncesto. Yo
jugaba al fútbol. ¿Saben qué es eso? Eso que se juega con los pies. Yo era muy
grande para jugar al fútbol y me pasé al basket. Mi padre murió este año, fue
el gran hombre de mi vida y estaría muy orgulloso de mí. Mi madre está muy
orgullosa. Mi entrenador de gimnasia me dijo que probara. Mi entrenador era uno
que hacía ejercicios muy extraños... y me enseñó a tirar viendo la canasta. Era
japonés. Me dijo que sería un gran anotador"
"Tengo que agradecer a mis compañeros. En especial a
dos, a Sousa y a Francisco Bandeira, que además fue mi padrino de boda. A tres
entrenadores más: Tanjevic, que me trajo a Europa y me enseñó mucho. Su ídolo
era Jack Sickma y me enseñó sus movimientos. Luego, Claudio Mortari, siempre
ganaba donde fuera. Si incluso viniera a los Wizards, ganarían. Era un
entrenador duro. Y también a Ari Vydal, que era el seleccionador de Brasil
cuando ganamos en Indianapolis. Ganamos mucho y fue mi último seleccionador.
Recuerdo que en el 88 perdimos ante la URSS del gran Sabonis. Yo logré récords
de todo tipo, pero perdimos en el último tiro. Lo fallé y aún hoy lo tengo
atragantado. Yo era un gran triplista, pero el último tiro estaba muy
defendido, penetré y fallé y perdimos en las Semifinales. Ari
Vydal para mí es el mejor entrenador del mundo y le debo mucho".
"Además tengo que agradecer a Dios, me hizo una persona
humilde, un luchador, alguien que trabajó y se entrenó más que cualquier otro
que esté aquí. Estoy seguro. Y por último quiero dar las gracias a mi familia.
A mis hijos, a mi amiga, novia.... Sin ella no estaría aquí. Me lesioné y
estuve un año sin jugar. Ella me ayudó a entrenar en solitario y me estuvo
pasando el balón en cada entrenamiento, cada día, cada semana, cada mes. Tuve
claro que tenía que casarme con ella".
“Si no fuera
por ella, no estaría aquí. Tenemos 38 años juntos y quiero seguir con ella el
resto de mi vida. “
EL MEJOR SIN DUDA ALGUNA SIEMPRE ME HA GUSTADO SU TIPO DE JUEGO. MUY MERESIDO. SU. LIGAR EN EL SALON DE LA FAMA.
ResponderEliminarOSCAR FUE SIN DUDA UN GRAN JUGADOR. OFENSIVAMENTE CREO QUE FUE EL MEJOR JUGADOR FIBA DE SU ÉPOCA. LO QUE TAL VEZ PUDIERA CRITICAR DE SU JUEGO ES QUE ERA POCO DESPENDIDO CON EL BALÓN LO QUE LO LLEVABA EN OCASIONES A HACER MALAS SELECCIONES DE TIRO, ADEMÁS CREO QUE ADMINSTRABA SU ENERGÍA EN LA DEFENSA, PARA UTILIZARLA TODA A LA OFENSIVA. SALUDOS A LOS TROTERS TEODOSIO NAVARRETE
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