26 de enero de 2010

EXPERIENCIA BASQUETBOLERA por Rafael Chávez Torres.


Experiencia Basquetbolera
Por Dr. Rafael Chávez Torres
Cuando cursaba la primaria me nació la pasión por el basquetbol. Mi papá me regaló mi primera pelota, era rápido, delgado, ágil y sobre todo note que tenia cierta facilidad para encestar la pelota a distancia en el aro.
 
A mucha gente le debo haber jugado a buen nivel. En especial a Don José Alberto Healy Noriega del Imparcial, quien con sus comentarios y notas sobre mi, me alentaron a especializarme y superarme en este bello deporte. Por cierto basquetbolista.
 
Muchas satisfacciones me dio el haber jugado en el Colegio Regis, las Estrellas, la Coca Cola, Almacenes de la costa, Artes y Oficios y la selección de Hermosillo que me permitió conocer jugadores que solo veía desde las gradas como Nicolás Andrade, Manuel Lira, Hernández Carrera, A. Carlón , el Niño Hurtado, el Pinocho López, Chípil Cárdenas, Patiño y varios más . Con ellos tuve oportunidad de jugar muchas veces a favor y en otras en contra. Todas aleccionadoras.
 
Me gustaría destacar que en mi proceso de aprendizaje el gran Nico fue clave, pues el me enseñó a botar la pelota con las dos manos, no mirarla, jugar sin pelota y a colocarme de manera desmarcada para poder ejecutar cómodamente los tiros. El Nico fue el Chiquis Grajeda de Sonora pero con mejor aro. Una enseñanza que no olvido hasta la fecha fue la que me dijo que un partido se gana con tiros libres. Hay que meterlos todos. Aprendí su técnica y créanme que hasta la fecha me ha sido útil pues en las Vegas  en el “Treasure Island”  gane premios para mis hijos.
 
La preparación física a que nos sometía Sergio Maldonado era castrense,  pero muy valiosa. Nadie se quejaba y la seguíamos al pie de la letra. Sin embargo tal vez la experiencia mas bella no haya sido haber jugado en Canadá, Estados Unidos, contra la Selección Nacional del Caballo Heredia, Manuel Raga, el equipo de San Diego, la selección de Arizona o haber anotado el punto numero 100 y 101 de tiros libres a los Búhos de la Universidad de Sonora, eternos campeones estatales, eliminados por nosotros ese año en el Estatal de Cananea, sino haber jugado en tres ocasiones contra los Harlem Globe Troters de Estados Unidos.
 
Jugadores profesionales de alto nivel que tuvieron un detalle conmigo inolvidable. El manager de ellos me propone ir al centro de la cancha simulando jugar y por detrás llega otro de ellos y con el gimnasio repleto, me baja el short. Las risas no se hicieron esperar por parte de todo el público que abarrotaba el famoso Gimnasio del Estado. Como un gesto de cortesía de parte de ellos me regalaron un short dorado con rayas azules original que conservé con gran celo.
 
Esta fue la más bella experiencia para un chamaco como me decía el Sr. Healy, que antes de cumplir 20 años, soñaba con ser el mejor basquetbolista del mundo. Ahora que veo jugar a los profesionales gringos de hoy y aprecio su condición, estatura, velocidad y nuevas reglas, mejor me quedo como estoy.
 
Saludos a todos los amantes de este bello y vertiginoso deporte.

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