21 de julio de 2011

LOS REYES SIN CORONA DE LA NBA

Las grandes estrellas de la liga norteamericana que acariciaron el anillo, pero acabaron su carrera sin haber logrado su objetivo.
La victoria de Dallas Mavericks en las pasadas finales de la NBA ha evitado que jugadores como Dirk Nowitzki, Jason Kidd o Jason Terry pasasen a la historia como grandes jugadores de la liga que acabaron su carrera sin el preciado anillo y después de haber disputado alguna final. En el caso de Jet y del alero teutón ha sido a la segunda la vencida (perdieron con los Mavs la final de 2006 ante los Heat); mientras que para Kidd fue a la tercera (había perdido con los Nets las finales de 2002 y 2003 ante Lakers y Spurs respectivamente). En las últimas décadas, otros grandes de la NBA han tenido que hincar la rodilla antes de poder gozar de las mieles del triunfo: Mo Malone (perdió la final con los Rockets en 1981 y se llevó el anillo con los 76ers en 1983), Julius Erving(perdió las finales de 1980 y 1982 para ganar el anillo en 1983, siempre con los Sixers),Clyde Drexler (perdió con los Blazers las finales de 1990 y 1992  para llevarse el anillo con los Rockets en 1995)... y así un largo etcétera son un buen ejemplo de ello.
El otro lado de la moneda lo representa LeBron James, con dos finales disputadas (2007 con Cavs y 2011 con Heat) y ninguna ganada. En parecidas circunstancias encontramos a Dwight Howard, que perdió con sus Magic la final de 2009 ante los Lakers. En la historia reciente de la liga no son pocos los ejemplos de estrellas de la liga que han tenido que resignarse con retirarse tras disputar la final de la NBA, pero sin lograr en ningún caso el anillo. En este artículo repasamos los principales nombres que han vivido esta circunstancia en las últimas tres décadas.

CHARLES BARKLEY (PHOENIX SUNS 1993)

Charles Barkley 
En 1992, Charles Barkley llevaba ya 9 temporadas en la NBA (Nº 5 de 1984) defendiendo los colores de los 76ers, franquicia que languidecía a primeros de los 90. Su carrera deportiva se encontraba en la encrucijada: era una de las máximas estrellas de la liga, estaba en plena madurez deportiva pero a poco aspiraba con su equipo de toda la vida. Finalmente forzó su salida y llegó a los Suns de Phoenix a cambio de Jeff Hornacek, Tim Perry y Andrew Lang. Aterrizaba en una franquicia atractiva y competitiva, que con su adición podía dar el paso definitivo hacia la lucha por el anillo. Sir Charles lideraría una plantilla en la que encontrabamos jugadores de calidad como Kevin Johnson, Dan Majerle, Cedric Ceballos o Tom Chambers.
Los éxitos no se hicieron esperar. Los Suns se convertirían en el mejor equipo de toda la NBA en la regular season (62-20), superando incluso a los Super-Bulls de Jordan (57-25). Además, Barkley lograría el ansiado MVP de la liga merced a los 25.6 puntos, 12.2 rebotes y 5.1 asistencias de promedio durante esta primera fase de la competición. El camino hacia las finales de la NBA no sería un camino de rosas, precisamente.
Sufrimiento en la primera ronda, en la  que los Suns tuvieron que recurrir al 5º encuentro para superar a los Lakers. Más sufrimiento en segunda ronda, en la que los Suns se enfrentaron ante los duros Spurs, a los que eliminaron por 4-2, tras una canasta ganadora de Sir Charles ante la oposición del mismísimo David Robinson. Una jugada que ya ha pasado a la historia de los playoffs NBA.


Ya en las finales de Conferencia el rival fue Seattle Supersonics del dueto Payton-Kemp, a los que haremos referencia posteriormente. Otra vez los Suns tuvieron que recurrir al partido final (7º) para deshacerse de sus oponentes. Barkley continuaría aquí su tour de force particular, ofreciendo exhibición tras exibición. A mencionar su grandioso triple-doble en el 5º encuentro (ganado por los Suns por 120-114), partido en el que sumaría 42 puntos (16/22 en TC y 11/11 en TL), 15 rebotes y 10 asistencias. A él se uniría el bravo escolta Dan Majerle, que acabaría el partido con 34 puntos, incluyendo un magnífico 8/10 en triples. Barkley pondría la guinda en el 7º encuentro, donde acabaría con unos monstruosos 44 puntos (12/20 en TC y 19/22 en TL) y 24 rebotes. Números de extraterrestre para un Barkley que iba lanzado hacia el título.


La final estaba servida. La franquicia de Arizona se enfrentaba ante los Bulls de Michael Jordan, que comenzaban a escribir su leyenda. Los Suns empezarían de forma nefasta las series, perdiendo los dos primeros encuentros disputados en su cancha (92-100, 108-111) y llegando muy tocados a la capital de Illinois, donde los de Jordan tendría la posibilidad de cerrar la serie. Sin embargo, los de Arizona, con un sorprendente Richard Dumas (una de las estrellas más fugaces de la historia de la NBA) apoyando eficientemente a Barkley, lograron la machada y sacaron adelante 2 de los 3 partidos (121-129 en el 3º y 98-108 en el 5º) jugados en el Chicago Stadium. Los Suns seguían por debajo en las series (2-3 para los Bulls), pero regresaban a su cancha y mantenían la esperanza de lograr el anillo. Todo el sueño se venía abajo cuando John Paxson anotaba un triple tras una perfecta circulación del balón de los Bulls y el posterior intento de canasta de Kevin Johnson se viese interceptado por Horace Grant.98-99 para los de Chicago y, de nuevo campeones. El enorme esfuerzo de Charles Barkley (27.3 puntos, 13 rebotes y 5.5 asistencias en las finales) no obtenía su premio. Se topó con el mejor jugador de la historia en el mejor momento de su carrera, Don Michael Jordan (¡¡¡41 puntos, 8.5 rebotes y 6.3 asistencias!!!), y con sus lugartenientes Pippen (21.2 puntos, 9.2 rebotes y 7.7 asistencias) y Grant (11.2 puntos y 10.3 rebotes) cubriéndole las espaldas.
CONTINUARÁ...
Tomado de SoloBasquet.com

1 comentario:

  1. Excelente artículo, uno de los grandes que desafortunadamente nunca pudo ganar un campeonato. Saludos!

    P.D. A mi también me esta gustando el atletismo, jeje.

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