Por Lartaun de Azumendi
23. El 14 de febrero del mismo año, Boston
visitaba a los Blazers en el Memorial Coliseum de Portland. Los 47 puntos, 14
rebotes y 11 asistencias conseguidos, tras una prórroga, por Bird eran unas
cifras excelentes pero como todo el mundo sabía estaban a su alcance. Para
muestra sus cifras de la víspera en Seattle (31/15/11). Pero lo realmente
extraordinario de su partido en Portland fue que, quizá aburrido por su
superioridad por aquellas fechas, utilizó ambas manos para lanzar a canasta de
tal manera que 22 de sus 47 puntos fueron anotados con la izquierda. Asombroso.
24. Larry Joe Bird era el mejor jugador del
planeta durante el segundo tercio de la década de
los 80. Había sido nombrado MVP de la temporada regular en 1984 y 1985. La temporada 85/86 también había sido extraordinaria para el rubio de Indiana. Sus números impresionaban: había sido capaz de jugar los 82 encuentros de la Temporada promediando 38 minutos, 25,8 puntos, 9,8 rebotes, 6,8 asistencias, dos robos de balón y un 89,6% en los tiros libres para liderar la liga en ese apartado. Además, había sido pieza fundamental para que los Celtics hubieran acabado primeros en el Este con una marca de 67-15. El MVP de la Regular Season, el tercero consecutivo y último de su carrera, volvía a recaer sobre él.
25. El 20 de abril de 1986, Boston se
enfrentaba a Chicago en el Garden. El partido se fue a la segunda prórroga en
un partido tan intenso e igualado como sorprendente. Nadie recuerda los 36
puntos, 12 rebotes, ocho asistencias y dos tapones de Larry Bird. Ni falta que
hace. Aquella noche de playoffs, un chico de 23 años peleaba
él solo contra el mejor equipo del mundo del momento. Michael Jordan anotaba
63 puntos y pese a la victoria por 135-131 de los Celtics en la segunda
prolongación, Larry Bird no pudo sino sincerarse después de darse una ducha:
“Dios se ha disfrazado de Michael Jordan”.los 80. Había sido nombrado MVP de la temporada regular en 1984 y 1985. La temporada 85/86 también había sido extraordinaria para el rubio de Indiana. Sus números impresionaban: había sido capaz de jugar los 82 encuentros de la Temporada promediando 38 minutos, 25,8 puntos, 9,8 rebotes, 6,8 asistencias, dos robos de balón y un 89,6% en los tiros libres para liderar la liga en ese apartado. Además, había sido pieza fundamental para que los Celtics hubieran acabado primeros en el Este con una marca de 67-15. El MVP de la Regular Season, el tercero consecutivo y último de su carrera, volvía a recaer sobre él.
26. Bird y sus Celtics querían la revancha con
los Lakers el año 86, mas no pudo ser. Unos sorprendentes Rockets liderados por
las Torres Gemelas (Akeem Olajuwon y Ralph Sampson)
habían dejado en la cuneta a los de Los Ángeles y se metían en las Finales con
Boston como rival. Las series volvían a Boston con 3-2 a favor de los locales
tras un partido en el que el gigante Ralph Sampson no había
tenido mejor idea que agredir a Jerry Sichting, base suplente de los
verdes. La expulsión de Sampson había servido para espolear a los suyos que
ganaron fácil a los Celtics. La prensa de Boston se había cebado con sus
jugadores tras la derrota y los de K.C. Jones no podían esperar a que comenzara
el sexto envite para acabar con el escarnio y hacerse con el título. Desde un
comienzo se vio a un Larry Bird por encima de lo habitual. Corría como si no
hubiera un mañana, se lanzaba a por todos los balones divididos, defendía con
denodada pasión y era un huracán en ataque. Sus números (29/11/12/3rob) solo
dan una ligera impresión de lo que se le pudo ver hacer. Fue su partido más
redondo. El resumen de la carrera de un jugador total cuyo principal objetivo
era ganar. Los Celtics se impusieron a los Rockets por un rotundo 114-97 lo que
supuso el tercer y último título para Bird y su segundo y definitivo MVP de las
Finales.
27. Quinto
partido de las finales de la conferencia Este de 1987. Los Pistons juegan los
cinco últimos segundos en el Boston Garden y tienen el partido en sus manos. El
saque de banda corre a cargo de Isiah Thomas y Detroit gana 106-107. Thomas
busca un compañero, no ha pedido tiempo muerto pues con el ruidoso ambiente
reinante no oye los gritos de Chuck Daly que le pide que lo
haga. Busca a Joe Dumars pero este está demasiado lejos. En el
banquillo de los de Michigan los jugadores se abrazan viendo que el partido
está ganado y van a volver a casa para cerrar las series y plantarse por
primera vez en las Finales. Thomas ve a Dennis Rodman cerca
del medio campo pero no se fía del pobre porcentaje anotador del Gusano. Sigue
buscando con la mirada. Frente a él, Jerry Sichting trata de atosigarle
moviendo los brazos como un molino. Larry Bird a la altura de la línea de tiros
libres mira a Dumars, su par, sin perder de vista a Thomas que está en la
banda. Bill Laimbeer recorre la zona y se planta fuera de las
letras a la altura de la canasta propia. Isiah le ve y le lanza un pase que ya
ha intuido Larry. Este ya ha empezado a correr hacia Laimbeer al que roba el
balón, se gira y ve cómo Dennis Johnson corta la zona. Bird le pasa el balón y
Dennis deja una bandeja a tabla con solo un segundo para el final del choque.
El Garden se vuelve loco, al igual que Johnny Most, el mítico
narrador del pabellón. “Empecé a contar los segundos en mi cabeza”, se
explicaría Bird. Para cuando se acercó a Laimbeer, Thomas acababa de lanzar un
pase flojo, con desidia. El vestuario de los Pistons era un funeral con excusas
y reproches de toda clase. Larry Bird, el más listo de la clase, acababa de
salvar las series.
Continuarà...
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