Con Red Auerbach, Campeones de la NBA en 1981 |
Por Lartaun de Azumendi
10. Auerbach sentía que sus Celtics
necesitaban reforzarse en la Delantera y sacó su varita mágica una
vez más. Boston tenía el número uno del draft en su poder pero
decidió hacer un cambio con Golden State. Los Warriors se harían con la primera
elección y así podrían elegir a Joe Barry Carroll a cambio de
traspasar a Robert Parish a Boston junto al número tres
del draft con el que Red se haría con Kevin McHale.
A pesar de los retiros de Pete Maravich y Dave Cowens antes de comenzar la temporada,
los Celtics pudieron llegar a las finales de Conferencia otra vez contra los
Sixers de Julius Erving.
Todo parecía indicar que la historia se
iba a repetir y así los de Boston se verían obligados a irse de vacaciones
antes de lo deseado. La eliminatoria al mejor de siete estaba tres a uno a
favor de los 76ers pese a los más de 29 puntos de promedio de Bird.
El quinto partido se jugaba en Boston
donde Philadelphia ya había ganado el primero de las series. Los 32 puntos de
Bird resultan decisivos para imponerse por un exiguo 111-109. Los Sixers
pretenden matar la eliminatoria en el sexto en The Spectrum, pero en un partido
apretadísimo caen ante Boston por 98-100. Bird ya tiene las serie donde
pretendía: séptimo partido en el Garden.
11. Si hay dos canastas en la primera
mitad de los 80 que han quedado en la retina de los aficionados a la NBA, esas
fueron obra de Julius Erving y Larry Bird. La del Dr. J es tan conocida que no
hace falta apenas describirla. Es esa en la que Erving —en el cuarto encuentro
de las finales del año 80— entra por la derecha de la canasta de los Lakers,
extiende el brazo mostrando el balón y vuela por la línea de fondo, por detrás
de la canasta, hasta la otra parte del tablero para dejar una bandeja a tabla
que Isaac Newton no habría creído. Por el camino, había volado
sobre Mark Landsberger y Kareem.
Alucinante. La otra, la de Bird, no tuvo nada que ver con desafiar la ley de la
gravedad. Tuvo lugar en las Finales del 81 ante los Rockets. Larry lanzó en suspensión
desde unos cinco metros y desde el mismo instante que el balón dejó su mano
derecha camino de la canasta ya supo que aquel tiro iba a ser repelido por el
aro. Sin esperar ni una décima de segundo corrió por el rebote mientras
compañeros y rivales esperaban el desenlace del tiro, saltó, se hizo con el
rechace con su mano derecha, se la cambió a la izquierda en el aire y anotó sin
aún caer al suelo. Una canasta de malabarismo pero sobre todo llena de deseo
por ganar.
12. Tras eliminar a los Sixers después de
levantar el uno a tres, no eran los Lakers quienes esperaban en las Finales
(para decepción de Bird), sino los Rockets de Moses Malone. Los
Celtics eran claros favoritos, pero como
siempre las series había que jugarlas. El primer partido lo ganó Boston en el
Garden por 98-95 , para perder el segundo en casa 90-92. Los Rockets volvían a
casa con muy buenas sensaciones pero Bird y compañía les iban a bajar los humos
con un 71-94 que no admitía discusión gracias a que seis celtics anotaron
dobles figuras. Sin embargo, Houston apretó los dientes y Mike Dunleavy y
Moses Malone igualaron la
eliminatoria antes de volver a Boston. Los pobres ocho puntos de Bird también
ayudaron. Una vez en casa, Cedric Maxwell y Larry Bird se encargaron de terminar
las series con dos marcadores contundentes: 109-80 y 102-91. El MVP fue para
Maxwell y el alivio y la algarabía para Bird. Por fin se hacía con un título.
En su casa de Michigan, Magic Johnson no podía seguir mirando el televisor. Ver
a Larry fumándose el puro de la victoria al estilo de Auerbach le hizo pasar un
verano verdaderamente enrabietado.
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