Por Roberto Zamarripa/TOLVANERA
Columnista del Periódico REFORMA.
Ramsés Benítez González cumplió el pasado jueves 36 años de edad, los últimos
cuatro sin poder hacer lo que le place y de lo que vive: jugar basquetbol. Mide
2 metros diez centímetros de estatura. Sonorense, a Ramsés le prohibieron regresar
a la Selección Nacional, donde fue pilar; menos puede jugar en equipos
mexicanos o extranjeros.
Ramsés
fue vetado por los directivos de la Asociación Deportiva Mexicana de Baloncesto
(Ademeba). La razón: reclamó en tribunales el pago de salarios del equipo
Halcones de Xalapa y de la Selección Nacional.
*Jorge
Rochín, sinaloense, de 2.06 metros de estatura y Anthony Pedroza, nacido en
Tucson, pero de madre originaria de Agua Prieta, Sonora, ex jugador de NBA, son
otros dos seleccionados nacionales que también demandaron a los directivos por
abusos; igualmente están vetados.
Cuatro
jugadores de la Selección Nacional que participó en el pasado Preolímpico
jugaron sin cobrar los salarios que les debían la Universidad y el Gobierno de
Veracruz. Jugaron bajo amago de ser desafiliados si protestaban.
En
una carta que envió en julio a Alfredo Castillo, el titular de la Conade,
Ramsés Benítez urgió al gobierno federal a "hacer una limpia" en la
administración del basquetbol y pidió castigo a Modesto Robledo, Jorge
Toussaint y Juan Manuel González directivos de Ademeba y responsables de los
estropicios en el basquetbol mexicano.
"Que caiga todo el peso de la ley sobre estas personas que han bloqueado a jugadores, entrenadores, preparadores físicos...", reclama en su misiva Benítez.
¿Cómo
fue posible que en esas circunstancias de amenaza, desprecio y hostilidad, la
selección mexicana de basquetbol brillara en el pasado torneo Preolímpico?
Por
su convicción y tenacidad. Nueve de los doce seleccionados han labrado su
carrera deportiva en Estados Unidos, ya sea porque son nativos aunque de padres
mexicanos, o porque migraron a universidades norteamericanas para consolidar su
desarrollo. Solo tres crecieron plenamente en México pero fuera de rutas
institucionales, retando a las mafias.
El
líder, Gustavo Ayón, es uno de esos tres. Hijo de un campesino y una maestra
rural, su tesón lo tiene ahora como el mejor de los mexicanos y Campeón en el
Real Madrid de la Liga Española , tras un paso breve por la NBA.
El
pasado sábado, al término de su partido contra Canadá, Ayón rodeado de su
equipo, pidió un micrófono y sin más agradeció el apoyo del público que repletó
el Palacio de los Deportes. "Para nosotros es un orgullo representar a
este país, sudar la camiseta...", dijo Ayón tirando de su húmeda playera
verde en un gesto inusual para un deportista de su calibre.
En
su libro 32 caminos para ser un campeón en los negocios, Magic Johnson, uno de
los mejores en la historia del baloncesto, dice que no se cansa de responder
cuando le preguntan por las armas del triunfo. "Siempre les digo: Humildad.
Creen que bromeo, pero no".
Ayón
lo sabe. Es un consagrado y no rehúye al riesgo. Ha levantado la voz ante las
tropelías de los directivos y a pesar de las condiciones de hostilidad contra
jugadores, ha logrado el respeto internacional para los mexicanos, viendo por
los demás y no solo por su interés.
Kareem
Abdul-Jabbar, otro histórico de la NBA, decía que los grandes jugadores son
aquellos que renuncian a su propia realización personal en aras del logro del
equipo.
Ayón
y compañía simbolizan una generación de deportistas deseosas de triunfar pero
sin desprenderse de una convicción civil. No se dejan y no se callan. No
piensan solo en las medallas. Piensan en otro país, distinto al que sufrieron
cuando subían sus primeros peldaños. Por ello concilian con la afición.
Las
mafias, la narcoviolencia y las autoridades corruptas devoran la vida de los
jóvenes. De frente existe una generación cuyos triunfos pueden ser el mejor
imán para alejar a la joven generación de la podredumbre. A esos
basquetbolistas hay que respetarlos, escucharlos, seguirlos, apoyarlos...
ahora, no cuando las mafias terminen por copar todos los sitios de la vida
pública.
*Nota de Troter67: Jorge " Coqui" Rochín es sonorense , originario de Puerto Peñasco,Sonora.
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