Avenida Serdán esquina con Yáñez , en los Años 40s.
A la derecha aparece el edificio de la Prevo.
*Previo al relato, algunos comentarios y opiniones, como Prólogo. ! Si lo sabe Dios que lo sepa el Mundo ¡
Hay que difundir ésta Oda a la Vida de Madrugada ampliamente, entre la H. Raza Basquetbolera y más con estos personajes tan sui generis que aquí se mencionan que se escaparon del ! Jurassic Park!
Eduardo Tonella
Al inicio pensé que era un escrito encaminado a ensalzar al ex rector Pedro Ortega, pero pronto vi, que se le reconoce su parte en la remodelación de la ahora ya histórica Milla y hasta allí.
Para ser sinceros, mal se hubiera visto la Unisón, si no le mete su remodelación a este concurrido centro de ejercicios. El cuál, ahora, gracias a la amena (como atinadamente lo apunta Carlos Arguelles) pluma de Horacio Verdugo, nos enteramos, que se ha convertido en una inagotable fuente de sabiduría, gracias a la presencia de tan destacadas personalidades.
Sólo me resta, pedir la anuencia para compartir esta aportación cultural de gran nivel con el Chilo Arenas y Ramón Álvarez, ambos también distinguidos miembros de la H. Raza Basquetbolera y ya de una vez, con el resto del grupo.
Los saluda desde el Pleistoceno.
René Estrada
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!Así Sí¡ ......Amenisimo relato, pacificador, con datos de Vida y Salud!!........Sin Muertos!!!
Carlos Arguelles
Por supuesto que el saludo era con la intención de incentivar al las generaciones que se datan con los índices del Carbono 14, a recuperar tan buenos espacios, sacudirse el polvo de los siglos, aceitar las coyunturas y atreverse a mover la osamenta...
Horacio Verdugo V.
Ahora si, a continuación:
Un atajo en los caminos de la historia.
Por Horacio Verdugo Valencia.
Dr. Pedro Ortega ExRector de la UNISON. |
Son 1600 metros perfectamente equilibrados, vigilados, con estacionamiento suficiente para no se cuántos autos y con la posibilidad única, de tomar en cada vuelta al circuito, las encrucijadas de la historia.
Bueno todo depende de la hora, si, de la hora a que tu decidas emprender la caminata. Así, si tus inquietudes te impelen de la cama a las cinco de la mañana, el Universo de la Milla se amplía y puedes acceder a épocas paleozoicas o aún más remotas, pues en la roja vereda, encontrarás fósiles únicos e irrepetibles y en serios peligros de extinción, como por ejemplo, el Pepe Hernández y el Tavo moreno, los cuáles, dueños de una exótica sabiduría, con un solo roce , te ponen al día de como vamos, si para arriba, para el medio o de plano, ya perdimos. Esos especímenes son difíciles de abordar, pues a través de tantos azolves, han desarrollado una cubierta protectora verdaderamente impermeable. Pero la taxonomía paleontológica, te brinda ahí en La Milla, muchas más posibilidades, pues si tienes la suerte de acceder al Plioceno, te encontrarás de frente por ejemplo...con el Chilo Arenas, antiguo habitante de las madrugadas, que arrastra consigo una cauda de sabiduría única en estos años del Señor. Es cosa de rascarle un poquito y su amena plática te alegrará, no digo la mañana, sino, toda la semana.
Ramón Álvarez, es otro elemento fosilizado que se deja ver por esos confines, los sucesivos chapuzones en los prehistóricos estratos, le han conferido una suerte de amabilidad jurásica , que derrama a su inigualable y atlético paso, es cosa de agarrarle el trote y ya está, accedes sin pagar boleto al Hermosillo de los sesenta y su platica te lleva a transitar por la Serdán, la Quinta Avenida de aquellos ayeres, caminas por la Yáñez y sin darte cuenta ya estas sentado en las escalinatas de la Prevo, a punto de iniciar un nuevo día. Ni hablar, son venenos de otros tiempos.
Y por supuesto , si te quieres convertir durante cuarenta minutos, en un jurado calificador de la belleza de la mujer sonorense, solo trata de no cerrar los ojos y llevar una silente, minuciosa y precisa contabilidad de todo lo que se mueve, en esta posibilidad histórica que nos brinda La Milla, de nuestra querida UNISON.
Empecé con esta rutina hace como tres meses. Ya empezaba a notar una rara incomodidad a la hora de intentar ponerme los calcetines... y lo hice, me decidí y el cuerpo ahora ya lo exige y si acaso la mente en un natural desliz intenta atarte al placentero descanso, el cuerpo, afortunadamente, ha ganado la batalla. Me sintonizo con la tecnología y me armo de mi iPod y una buena colección de esa música que no pasa (para nosotros)y a disfrutar. La sincronía que a cada instante sucede me dió la posibilidad de coincidir con Horacio y .... fuera iPod y su buena música que resultó mucho mejor la buena y amena charla y salieron a relucir los recuerdos de Rafael Martinez, Luis Ballesteros, Lalo Tonella, El Negro Jimenez, Luis Coronado, Germán Reyna (estos dos últimos de la Prevo) ... cometaba Horacio que Germán era tan bueno, que encestaba aun cuando estaba en la banca.....y tantos otros.
ResponderEliminarAhora, ya no llevo iPod y cuando no se da la sincronía de coincidir con un buen amigo, me concentro en escuchar los sonidos y a percibir los aromas que gratuitamente nos ofrece La Milla. Ni que decir cuando el sol empieza tímidamente a asomarse.... una excelente oportunidad de dar gracias por empezar un nuevo día.
Ramón A. Alvarez